(invernadero de tipo túnel con estructura de PVC)
(invernadero con estructura de acero galvanizado y sistema de riego enterrado)
El precio de construir un invernadero puede variar en función de la ciudad.
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Construir un invernadero cuesta, de media, 1.000 €.
Un invernadero es un recinto cerrado y cubierto diseñado para proteger las plantas de las malas condiciones climatológicas: temperaturas extremas, sequía, lluvia, granizo, viento, etc. Los invernaderos están formados por una estructura portante rígida y un revestimiento transparente o translúcido que permite el paso de la luz solar.
Construir un invernadero tipo capilla de 25 m2 con estructura de aluminio, revestimiento de paneles de policarbonato celular y sistema de riego por goteo tiene un precio de 1.000 €.
Antes de construir un invernadero hay que tener en cuenta una serie de aspectos fundamentales:
Instalar un invernadero en un jardín o huerto tiene muchas ventajas y algún inconveniente. Podemos destacar:
Ventajas | Inconvenientes |
---|---|
Permite cultivar todo tipo de plantas durante todo el año Protección frente a plagas y enfermedades La luz se propaga de forma más uniforme La humedad se condensa para generar microclimas Las plantas necesitan menos riego Permiten crear ventilación En huertos se pueden cultivar verduras fuera de temporada Hay modelos muy estéticos | Ocupan bastante espacio Necesitan mantenimiento y limpieza regulares Requieren una inversión importante Hay que transportarlos y montarlos En invernaderos grandes puede ser necesario contratar personal especializado Costes energéticos altos Se pueden generar enfermedades por las condiciones de calor y humedad |
Los invernaderos pueden ser de distintos tipos dependiendo de su forma. Estos son los más habituales:
No tienen paredes rectas, sino una estructura en forma de arcos sobre la que se coloca el revestimiento. Suelen estar cubiertos de láminas plásticas flexibles y resultan fáciles de trasladar, montar y desmontar. Su forma evita que la lluvia se acumule, favorecen la ventilación y el clima interior se controla mejor que en los de paredes lisas. También son más estancos. Por otra parte, resultan menos estéticos que los de paredes lisas. Un modelo de 24 m2 se puede adquirir por 189 €. El precio por m2 es de unos 16 €.
La estructura está formada por elementos verticales, horizontales e inclinadas. Tienen forma de casa con tejado a dos aguas: de ahí su nombre. Los hay con cubierta flexible o rígida. Si las paredes inclinadas llegan hasta el suelo se conoce como invernadero gótico. Son fáciles de montar, cómodos, no acumulan agua en el tejado y se pueden incluir ventanas para ventilación. Son muy estéticos y decorativos, sobre todo los de paredes rígidas.
Por otra parte, son menos económicos y ocupan bastante espacio. Un invernadero de este tipo de 1,90 x 1,85 x 1,95 m con paredes rígidas cuesta unos 272 €. Si tiene revestimiento flexible, un modelo con doble extensión cuesta 87 €. En este caso, el precio por m2 sería de 73,5 €.
Los materiales empleados para construir invernaderos deben ser resistentes, flexibles y duraderos. Podemos agruparlos en dos tipos, atendiendo a las estructuras y los revestimientos.
La estructura portante del invernadero puede construirse con distintos materiales. Los más habituales son:
Material | Características | Precio |
---|---|---|
PVC | Piezas de acetato de polivinilo Ligeras, resistentes e inertes ante la humedad Piezas fáciles de montar Menos sólidos y estables | 9 €/m2 |
Madera | Tiene que ser madera tratada para la intemperie o especial Muy decorativa Aguanta bien los cambios de temperatura Requiere barnizarla una o dos veces al año | 10 €/m2 |
Aluminio | Metal ligero Aguanta bien la humedad No soporta bien los cambios de temperatura Ligero y de fácil montaje Económico | 20 €/m2 |
Acero galvanizado | Piezas de acero tratado para resistir la humedad El material más duradero y resistente Es más pesado, lo que dificulta el montaje Menos económico | 29 €/m2 |
La segunda fase en la construcción de un invernadero es colocar el revestimiento. Este puede estar realizado con placas rígidas o láminas flexibles, y ser de distintos materiales. Los más habituales son:
Los más empleados son el PVC, el polietileno y el policarbonato celular. El PVC y el polietileno son materiales flexibles que se fijan con grapas y bandas adhesivas a la estructura. Son económicos y fáciles de colocar, aunque se pueden rasgar y pueden generar balsas de agua si no están bien tensados.
El polietileno transmite mejor la luz, pero es menos duradero que el PVC y no transmite bien el calor. Ambos se pueden adquirir en rollos por un precio entre 0,90 y 1 €/m2. El policarbonato celular (desde 7 €/m2) se presenta en forma de planchas rígidas, ligeras y muy aislantes. Se instala fijando las planchas con tornillos, perfiles, adhesivos o remaches.
Son planchas de vidrio templado que se fijan a la estructura mediante perfiles y silicona. Transmiten la luz solar mejor que ningún otro material, ya que su transparencia es máxima y no se deterioran con la luz, el agua, etc. El grosor recomendado es de 3 mm. Los invernaderos de vidrio son muy estéticos; sin embargo, el vidrio es pesado y requiere estructuras sólidas, es decir, de madera o acero. Además, es más costoso: cuesta unos 25 €/m2.
Conviene instalar un sistema de riego en el invernadero para mantener el grado de humedad idóneo del suelo. A través del sistema de riego también podemos suministrar nutrientes a las plantas con un método que se conoce como fertirriego. Los precios que se dan a continuación corresponden a un sistema de riego para una superficie de 25 m2 de terreno. Los sistemas de riego más empleados son:
Sistema de riego | Características | Precio |
---|---|---|
Riego por goteo | Red de tuberías que se reparte por el terreno de las cuales sale el agua a gotas Riega las plantas de forma regular y sin encharcamientos Pueden llevar tubos microporosos (exudantes) o ir equipados con goteros El sistema suele ir conectado a un programador que automatiza el riego Hay sistemas con sensores de humedad y temperatura que regulan el riego Permiten llevar el agua directamente a las plantas y regular la cantidad Los goteros y los microtubos se pueden atascar | Desde 65 € con programador |
Riego por aspersores | Pueden ser de dos tipos: microaspersores emergentes o difusores Los microaspersores son más pequeños y emergen o se esconden en el terreno cuando se activa o desactiva el riego Es un riego fácil de controlar Adecuado para tierras arenosas y poco permeables Se puede automatizar Consume más agua que el riego por goteo | Desde 40 € |
Riego subterráneo | Son sistemas con tubos porosos que circulan bajo la tierra Las tuberías no se ven, por lo que resultan más estéticos Para todo tipo de suelos Más costosos y difíciles de reparar | Desde 150 € |
El invernadero crea un pequeño microclima con unas condiciones concretas. Estas condiciones se deben controlar para evitar enfermedades, plagas, excesos de humedad o temperaturas extremas.
La temperatura óptima para un invernadero está entre 10º y 20º. Las temperaturas altas son perjudiciales para la mayoría de las plantas, excepto las de tipo tropical, que precisan de invernaderos específicos llamados “estufas”.
Podemos reducir la temperatura estableciendo una buena ventilación en el invernadero, a través de ventanas o puertas practicables. También se pueden utilizar mallas de sombreo, unas telas que permiten pasar la radiación que activa la fotosíntesis (RFA) y eliminan gran parte del calor y los rayos infrarrojos. Podemos encontrar un rollo de 50x2 m desde 103 €.
Otra opción es instalar kits de nebulización que vaporizan agua para bajar la temperatura, que cuestan unos 30 €/kit para 5 m2.
Si las temperaturas son excesivamente bajas, podemos calentar el interior del invernadero mediante calefactores eléctricos, que podemos encontrar desde 78 € o tuberías de agua caliente. Los tubos de agua caliente se conectan a calefactores exteriores y aportan un calor más uniforme, con menor consumo. Por otro lado, su instalación es mucho más costosa. Un sistema completo con caldera y tubos para un invernadero de 25 m2 puede costar desde 2.000 €.
Como medidas de calefacción pasiva, tenemos las pantallas o mantas térmicas, que evitan la entrada de calor durante el día y su salida durante la noche y se pueden encontrar desde 20 €/16 m2 y los sistemas de doble cubierta. Estos consisten en cerrar la parte superior del invernadero con una doble placa de material, dejando una cámara de aire que crea un efecto aislante e impide que el calor se escape.
El precio de la doble cubierta se calcula doblando la cantidad de placas necesarias en la construcción del invernadero y sumando al coste de la mano de obra el tiempo extra empleado. Por ejemplo, si la cubierta de un invernadero tipo capilla de 25 m2 tiene unos 30m2 de superficie, una doble cubierta de policarbonato supondría un aumento del coste en unos 350 €. Si es de vidrio, el sobrecoste sería de unos 1.000 €.
La humedad relativa del aire es otro aspecto que se debe controlar en el invernadero. El nivel óptimo está entre un 45% y un 65%, aunque cada planta tiene sus propios niveles. Por eso, resulta interesante cultivar en el invernadero plantas con las mismas necesidades de humedad.
Para controlarla se utilizan sistemas que vigilan también la temperatura (desde 160 €). Para aumentarla se utilizan humidificadores o nebulizadores, mientras que para reducirla lo mejor es crear un buen sistema de ventilación. Los humidificadores se puede adquirir desde unos 25 €. Por su parte, los nebulizadores se conectan a un sistema de tuberías y se pueden encontrar desde 2,54 € con 4 salidas, válvula de drenaje y estabilizador.
La radiación solar es fundamental para que las plantas puedan realizar la fotosíntesis. Es importante controlar la ubicación y la orientación del invernadero antes de construirlo para obtener la máxima eficiencia en este sentido. Si no hay suficiente radiación, se pueden colocar lámparas especiales para favorecer el crecimiento de las plantas. Una lámpara LED de 75W se puede encontrar desde 40 €.
Las plantas necesitan anhídrido carbónico (CO2) para realizar la fotosíntesis. Los niveles de CO2 presentes en la atmósfera están entre 300 ppm y 400 ppm. En un invernadero es recomendable que los niveles sean más altos (700-800 ppm) para aumentar la tasa fotosintética y lograr mayor producción de verduras, plantas o floración.
Para enriquecer el CO2 de la atmósfera del invernadero existen distintos métodos. Se puede aprovechar el obtenido de los gases de la combustión de una caldera de calefacción (del propio invernadero o de una vivienda cercana) mediante sistemas que aprovechan e inyectan dichos gases.
También existen generadores de CO2, que suelen costar entre 90 € y 600 € dependiendo del tamaño y la potencia. Los niveles de CO2 se pueden vigilar con aparatos medidores y controladores para invernadero (desde 90 €).
Construir un invernadero tipo túnel de 25 m2 con estructura de PVC y plástico flexible (polietileno) sale por unos 200 €. Si es de aluminio, el precio se incrementa hasta los 500 €; en acero, hasta los 700 €.
Un invernadero tipo capilla de 25 m2, con estructura de PVC y revestimiento de polietileno flexible sale por unos 400 €. Si lleva estructura de madera, el precio sube a 600 €. Si es de aluminio costará unos 800 € y si es de acero, unos 1.000 €. Con revestimiento de paneles de policarbonato celular, el coste se puede incrementar en unos 200 €. Si son planchas de vidrio, al precio habrá que sumarle unos 1.800 €.
El sistema de riego encarecerá el precio final en unos 150-200 €, mientras que añadir luz para fotosíntesis, controladores de CO2 y de temperatura o humedad y un generador de CO2 puede llegar a aumentar el precio total entre 1.000 € y 1.500 €, dependiendo de las necesidades del invernadero. Instalar un sistema de calefacción puede llegar a incrementarlo en una cantidad que va desde los 200 € hasta los 2.000 €, según el sistema elegido.
Los profesionales que se encargan de construir los invernaderos de madera son los carpinteros, mientras que los de metal los suelen instalar los cerrajeros. También hay diseñadores y montadores de invernaderos, profesionales especializados en su construcción.
Los dos primeros meses tras la construcción del invernadero son cruciales para comprobar las condiciones idóneas para las plantas, las necesidades de riego, las especies que mejor se adaptan, etc.
Posteriormente, es necesario realizar revisiones periódicas al invernadero para asegurarse de su correcto mantenimiento. El mantenimiento del invernadero incluye limpiar el revestimiento por el exterior y el interior de forma regular, para aumentar su duración y permitir el acceso de la luz hacia el interior. Es fundamental también controlar el sistema de riego para verificar que los goteros, aspersores o tubos no están atascados y que el programador, si lo hay, funciona bien.
La limpieza del terreno (por dentro y por fuera) es otro aspecto fundamental. Hay que eliminar los residuos, las plantas muertas o deterioradas, hojas secas, animales o insectos, etc. Además, los materiales de los que está construido el invernadero se deben revisar de forma regular, sustituyendo las planchas o plásticos rotos o desgarrados de inmediato para evitar que las condiciones internas del invernadero cambien.
Existen sistemas de recuperación de agua de lluvia que permiten aprovecharla para el riego del invernadero, sobre todo para estructuras con tejado a dos aguas (tipo capilla). Hay kits con canalización, filtro y depósito desde 100 €.
Se colocan en las ventanas del invernadero para evitar su acceso. Hay que tener cuidado, pues pueden entorpecer la ventilación. Se pueden encontrar mallas anti-insectos desde 126 €/100 m2.
El coste de construir un invernadero varía en función de la ciudad. Para obtener presupuestos gratis más específicos, indícanos tu código postal.