Los espacios al aire libre quedan desaprovechados al llegar el frío, son ruidosos y se ensucian más de lo deseable. Además, al estar a la intemperie, son más complicados de conservar: aparición de grietas por falta de sellado, mala conservación de la pintura, nidos de insectos o aves... Todas estas razones son las que llevan a tomar la decisión de cerrar la terraza.

Los cerramientos de terrazas y áticos suelen hacerlos profesionales de la carpintería metálica, ya que suele ser esa la perfilería utilizada. El aluminio y el vidrio son la combinación más habitual, aunque se ha extendido la instalación de cortinas de cristal, sin perfil. En edificios residenciales en altura es habitual tener que ceñirse a unas normas que unifiquen exteriormente los cerramientos de los pisos. Los cerramientos del techo se pueden motorizar y cabe la posibilidad de canalizar el agua de lluvia.

La media del m2 de cerramiento de cristal de terrazas está en 450 €, material y mano de obra incluidos.