Los 5 cambios más efectivos para ahorrar energía en casa

Seguro que cada vez te suenan más las palabras eficiencia doméstica y energía. Son temas candentes que escuchas en la radio, se tratan en televisión y las redes sociales no dejan de hablar de ellos. Pero realmente, ¿en qué consiste que tu hogar sea una casa eficiente energéticamente?, ¿a que te lo has preguntado más de una vez? Si lees este post lo averiguarás. Y lo mejor de todo, sabrás cómo ponerla en práctica en tus espacios domésticos.

Qué es la eficiencia energética

Según el Índice de Eficiencia Energética en el Hogar 2018, realizado por la Fundación Naturgy los españoles podrían reducir un 27,4% sus facturas energéticas si llevan a cabo una serie de mejoras en sus hábitos y en el equipamiento de sus viviendas. Así que tú también puedes conseguir disfrutar de una casa eficiente energéticamente. Y este porcentaje se traduciría en un ahorro económico de 4.350 millones de euros al año. El medio ambiente también se beneficia considerablemente con esta cifra, pues se evitaría la emisión de casi 15 millones de toneladas de C02 a la atmósfera.

Por dónde empezar en tus habitaciones

Todas estas cifras son alentadoras. Pero seguro que te estás preguntando, y en la práctica ¿qué, cómo ahorrar energía en casa? Para vivir en una casa eficiente energéticamente lo ideal es que te plantees, por un lado, introducir ciertos cambios en determinadas instalaciones y cerramientos. O que revises los que tienes para ver si cumplen su cometido. Y eso siempre conllevará una inversión económica que será mayor o menor en función de la calidad, tecnología y prestaciones de las soluciones y materiales  a instalar. Y al mismo tiempo, adquirir nuevos hábitos domésticos que te ayudarán a reforzar tu objetivo.

Todo ello te ayudará a consumir menos y de un modo más responsable. Es decir, lograrás ahorrar energía en casa. Y gracias a este hecho el importe de tus facturas de la luz, del gas y del agua comenzarán a disminuir considerablemente. Apostar por un sistema de calefacción eficiente, reforzar el aislamiento de ventanas y puertas, utilizar electrodomésticos con etiqueta energética y bombillas LED son algunos puntos clave por donde comenzar.

Cambio 1: apuesta por ventanas de PVC o aluminio

¿Te has planteado si tu casa es eficiente térmicamente y en qué grado? Es la primera pregunta que puedes hacerte y la contestación es sencilla porque se trata de verificar si está aislada adecuadamente. Es decir, valorar cuál es su confort térmico. Está claro que los puntos sensibles por donde se producen estas pérdidas son los perfiles y el cristal de las ventanas y después por las carpinterías de las puertas.

Tal vez es buen momento de hacer una inversión para instalar aquellos sistemas que te garanticen un aislamiento óptimo. En una casa la mayoría del calor se va a través de las ventanas, entre un 36% y un 85% según los materiales y el cristal. Por eso es clave buscar aquellos que aíslen al máximo, no todos lo hacen de la misma manera. Cuanto más lo hagan menos calefacción necesitarás en casa y eso es ahorro energético.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) reconoce que el PVC es un aislante natural perfecto al ser un material no conductor. Por tanto, un excelente candidato para renovar el cerramiento de tus ventanas actuales. Según el número de cámaras aislantes que lleven estos perfiles, entre 3 y 7, más capacidad de aislamiento ofrecerán. Otra alternativa es optar por modelos de aluminio: aislarán menos porque es una material con una elevada conductividad térmica. La mejor elección son las que incluyen Rotura de Puente Térmico (RPT), es decir, que evitan la transmisión de temperatura del exterior al interior de una vivienda.

¿Cuánto cuesta?

El precio medio de instalar una ventana varía según el material que vayamos a colocar en el marco y las hojas, entre los 200 €/m2 y los 620 €/m2. En concreto el presupuesto de instalación por metro2 de un cerramiento acristalado en PVC y con sistema corredero, que es el más económico, a partir de 450 €/m2. Mientras que si colocamos perfiles de aluminio, desde 430 €/m2.

Cambio 2: elige doble acristalamiento

Ahora bien, la inversión en este tipo de materiales debe ir acompañada de cristales que estén a la altura. El grosor de sus cámaras aislantes determina que aíslen más o menos. Lo habitual es instalar un vidrio doble, pero el triple cada vez está más extendido. Cuando buscamos asegurarnos el máximo aislamiento, lo idóneo es instalar un vidrio bajo emisivo. Con él la ventana será capaz de aislar tres veces más que con un doble acristalamiento.

¿Pero qué ocurre si esta inversión económica es excesiva, aunque se amortice a corto plazo? La solución pasa por acometer otras mejoras menores. Desde poner burletes en las puertas a sellar con silicona las fugas detectadas en las ventanas.

¿Cuánto cuesta?

Cambiar el cristal de una ventana para poner un doble acristalamiento estándar, con cámara de 4/8/6 y doble sellado perimetral con silicona ronda los 100 €/m2. Ahora bien, el precio varía según una serie de factores, como el número de vidrios que se van a colocar en la casa y la ubicación geográfica o zona.

Cambio 3: opta por la calefacción que menos consume

Otro capítulo esencial para conseguir que tu casa sea más eficaz energéticamente es detenerse en el sistema de calefacción que enciendes cada vez que llega el invierno. Alrededor del 40% del consumo energético en los hogares españoles procede de ella. Quédate con este dato. Por tanto es interesante buscar nuevas soluciones que te ayuden a reducirlo considerablemente si estás decidido a sustituir el actual. Conseguirás hacer un uso más responsable de la energía que usas. No tendrás dudas sobre cómo ahorrar energía en casa.

Las calderas de gas, y en concreto las de condensación, figuran entre las mejores opciones porque no solo proporcionan calor, también abastecen de agua caliente sanitaria y lo hacen de forma rápida. Debido a su funcionamiento necesitan poco combustible y eso las permite ahorrar energía y reducir el número de emisiones de CO2.

Junto a ellas, las bombas de calor también son una excelente opción porque además de ser eficientes son capaces de proporcionar frío en verano. Tenlo muy en cuenta si vas a necesitar un sistema de climatización durante los meses estivales. La calefacción mediante biomasa también garantiza un consumo de la energía responsable: desde estufas de pellets a calderas de biomasa.

Ahora bien, no siempre es necesario acondicionar la casa con una nueva calefacción. También puede suceder que la que tienes cumpla los requisitos en materia de eficiencia energética y solo sea cuestión de controlar algo más su funcionamiento mediante un termostato para no desperdiciar energía y propiciar un consumo que se ajuste a tus necesidades y hábitos de vida.

¿Cuánto cuesta?

El precio de instalar un sistema de calefacción oscila en función de la fuente de energía elegida; gas, electricidad o energía sostenible. La instalación de una caldera de condensación, en una vivienda de 50 m2, cuesta a partir de 2.500 €, mientras que si se coloca una bomba de calor el precio será desde 2.000 €. La instalación de una caldera de biomasa es la más cara: a partir de 4.000 €.

Cambio 4: aplica reductores de caudal a tu calentador de agua

La eficiencia se traduce en tener menos necesidad de consumir energía en las habitaciones, practicar ahorro energético. Así que otra de tus metas será detenerte en la cantidad de agua que usas diariamente, y en especial la caliente sanitaria. La razón es que se necesita mucha energía para ser generada.

Lo más probable es que tengas instalada una caldera eléctrica o de gas natural, una energía segura, limpia y respetuosa con el medio ambiente, además de asequible para el bolsillo. Adaptar en estos aparatos unos reductores de caudal es una medida sencilla y eficaz para controlar mejor su consumo: podrás regular el agua que necesitas en cada momento. Si la solución te convence, es perfecta para repetirla en los grifos del baño. Baraja también la posibilidad de adaptar a la caldera una válvula mezcladora; ella se encargará de mezclar el agua caliente y fría de forma automática. Es decir, te permitirá disfrutar de una temperatura constante en el agua, y eso supondrá no solo mayor confort, también notarás que empleas menor cantidad cada vez que abras el grifo.

¿Cuánto cuesta?

La instalación de una caldera en casa es una buena inversión y la revalorizará cara a una futura venta. El precio de una caldera eléctrica y de una de gas natural es de 1.000 € aproximadamente. Las calderas de gas butano o propano rondan los 1.400 €. A estos precios hay que añadir el de su instalación, y en ocasiones, el coste de un depósito. Un limitador de caudal para caldera vale 60 € aproximadamente.

Cambio 5: elige electrodomesticos clase A++

Según el Informe anual de consumos energéticos 2017 de IDAE, un 28,9% de la energía que consumimos es a través de la iluminación y los electrodomésticos. Una revisión a fondo de tus electrodomésticos no vendría nada mal si sigues buscando cómo ahorrar energía en casa. Está claro que no se trata de desprenderte de tus equipos si acabas de adquirirlos o tienen una vida de uso relativamente breve. Pero sí saber si cuentas con un frigorífico o un lavavajillas que consumen en exceso o lo hacen de una manera bastante sostenible. La clave está en su etiqueta energética, y desde luego si tienes idea de comprar un aparato nuevo, no olvides tenerla en cuenta al realizar la compra.

Esta etiqueta indica la cantidad de agua, luz o gas que van a necesitar para su funcionamiento y forma parte de una clasificación que diferencia las categorías mediante colores y letras: desde la A a la G. Si puedes permitírtelo, compra siempre modelos de la clase A, y con el mayor número posible del símbolo +. Significará que su grado de eficiencia es notablemente mayor y proporcionalmente su nivel de ahorro.

¿Cuánto cuesta?

Si estás pensando en equipar tu cocina con aparatos nuevos tipo estándar, el precio medio de los electrodomésticos ronda los 2.000 €. Ahora bien, si decides invertir en aparatos con clasificación energética A, lo normal es que el presupuesto suba. Por ejemplo, un frigorífico combi No Frost cuesta a partir de 500 €.

Practica hábitos para un consumo responsable

Algunas pequeñas medidas y hábitos responsables también suman para incrementar  la eficiencia doméstica y así disfrutar de un ahorro energético importante. No los infravalores y empieza a introducirlos en tu día a día si no lo has hecho ya. Desde renovar por completo la iluminación eléctrica de casa con bombillas LED, a mantener el termostato de tu sistema de climatización a una temperatura constante todo el año. En invierno lo recomendable es no subir de 22 grados y en verano mantener refrigeradas las habitaciones a menos de 25 grados. Por último, busca la tarifa de electricidad que mejor se adapte a tu modo de vida y te permita consumir sin desperdiciar. Chequea más de una mediante comparadores de energía online y así podrás contrastar servicios, descuentos, etc. Quizá decidas pasarte a una tarifa de Discriminación Horaria y así pagarás un precio diferente por la energía en función de la franja en que la utilices: durante las horas Valle es un 50% más barata, y en las horas Punta, cerca de un 20% más cara.

Ayudas y desgravaciones

Existen ayudas y subvenciones para mejoras de eficiencia energética en las viviendas, como por ejemplo la instalación de calderas de biomasa. Cada comunidad autónoma posee su propia convocatoria. Por otro lado, el Plan Renove 2019 de calderas se lleva a cabo en la mayoría de las CCAA y consiste en ofrecer incentivos económicos para reemplazar las calderas individuales por aparatos de condensación. Este Plan Renove es limitado y finaliza cuando termina el plazo o una vez que se terminan los fondos adjudicados para dicha ayuda. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas contempla desgravaciones autonómicas por obras de rehabilitación energética y reforma de la vivienda.