Guía (por habitaciones) para prevenir los accidentes infantiles en el hogar

¿Sabías que más del 70% de los accidentes infantiles tiene lugar en los hogares, según la Asociación Nacional de Seguridad Infantil? Los niños son intrépidos por naturaleza. Están deseando conocer el mundo que les rodea: quieren probar, tocar y experimentarlo todo. Esa maravillosa curiosidad innata que les hace crecer y aprender tiene una cara oculta y peligrosa, ya que los deja desprotegidos ante los accidentes.

Por eso es necesario ser precavidos e intentar hacer de la casa un lugar seguro para los niños. La clave está en anticiparse y minimizar los riesgos, empleando los diferentes sistemas de seguridad que tenemos a nuestro alcance. Son mecanismos y herramientas que nos ayudan a alejar la posibilidad de que los peques puedan sufrir un accidente. Ten en cuenta que la mayoría de los percances en el ámbito doméstico pueden prevenirse; y que solo así, a través de la prevención, podemos evitarlos.

Toma medidas de seguridad adaptadas a cada etapa

Si pensamos en los riesgos a los que queda expuesto un niño cuando no está bajo la supervisión constante de un adulto, nos daremos cuenta de que estos varían en función de su edad y de la etapa de crecimiento en la que se encuentre. No es lo mismo un bebé que gatea, que un niño que ya anda y que es capaz de abrir las puertas por sí mismo, entre otras muchas cosas.  

Por eso, a la hora de dotar de seguridad nuestro hogar debemos tener en cuenta las necesidades de nuestros hijos. Comienza por dejar los espacios libres de obstáculos para que puedan moverse sin peligro de caídas y golpes. Los bebés necesitarán un suelo limpio y cálido en el que poder gatear sin peligro. Y si los niños ya caminan, conviene proteger las esquinas más peligrosas de los muebles que estén a su altura.

Consejos para todas las habitaciones

Asegúrate de que todo está bien sujeto

Ponerse en el lugar del niño es una buena idea para detectar, y neutralizar, posibles riesgos en los que no habías caído. Trata de mirar el mundo a través de sus ojos y piensa en todos los lugares susceptibles de ser escalados. Es una forma de saber qué muebles y estanterías han de estar bien anclados a la pared, para evitar que los peques puedan tratar de subirse y tirárselos encima.

En cuanto a las cortinas y estores, evita que los cordones que las accionan queden sueltos y colgando al alcance de las manitas infantiles, ya que pueden suponer un riesgo de asfixia. Según el registro de lesiones de la Unión Europea (European Injury Database) cada año 100 niños menores de 14 años sufren lesiones graves relacionadas con cordones de persianas, cortinas y estores (información publicada en la Guía de Seguridad de Productos Infantiles, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).

Mantén las puertas, ventanas y escaleras siempre bajo control

Uno de los mayores peligros que existen en las casas donde viven niños pequeños son las caídas desde gran altura. Para evitarlas es necesario controlar muy bien las ventanas, instalando bloqueos y cierres de seguridad o rejas desmontables que eviten que los peques puedan asomarse, así como no dejar cerca de ellas elementos a los que puedan subirse.

Poner topes en las puertas para que no puedan cerrarlas y pillarse los dedos es otra precaución a tomar, así como limitar su acceso a las escaleras (si tienes en casa) colocando una valla de seguridad al inicio y al final de las mismas. Esta es la única forma de evitar caídas peligrosas.

Utiliza espacios fuera de su alcance para objetos peligrosos

La casa está llena de objetos peligrosos para los niños que, sin embargo, son necesarios para nuestro día a día. La única alternativa que tenemos es guardarlos en lugares a los que los niños no tengan acceso. En función de su edad puedes colocar estos objetos (cuchillos, productos de limpieza, medicamentos, bolsas de plástico, etc.) en lugares altos a los que no lleguen o utilizar soluciones más complejas, desde cierres específicos para puertas y cajones hasta armarios con cerradura. Existen mecanismos y alternativas para todas las necesidades.  

SALÓN

Es el espacio de la casa en el que más tiempo pasamos (y esto se extiende también a los niños) y, por tanto, hemos de eliminar cualquier peligro que pueda amenazarles.

Chimeneas, braseros y estufas

Uno de los riesgos más destacados que corren los niños en el salón es el de quemarse con radiadores, braseros, estufas de leña, etc. Si cuentas con una chimenea es absolutamente prioritario protegerla debidamente con los mecanismos adecuados, así como evitar que puedan tener acceso cualquier otra fuente de calor.

TV y otros dispositivos

El televisor, tan atractivo para ellos, ha de estar convenientemente sujeto. Además de asegurar los dispositivos electrónicos, también hay que tapar los enchufes con protectores específicos y evitar que toquen los cables de instalaciones eléctricas.

COCINA

La cocina es la estancia de la casa más peligrosa para los niños, seguida de cerca por el cuarto de baño. De todos los accidentes infantiles que se producen en el hogar, el 70%  sucede en la cocina, según la Asociación Española de Seguridad Infantil. Es un territorio salvaje lleno de peligros y, además, un espacio muy atractivo para los pequeños exploradores. Allí encuentran todo un mundo de diversión, con muchas cosas interesantes que tocar, con mandos y botones, objetos que brillan…

Precaución a la hora de cocinar

Asegúrate de poner ollas y cazuelas en los fuegos más alejados del borde y siempre con los mangos hacia dentro para que los niños no puedan alcanzarlos. Existen barreras específicas para proteger los fuegos de la cocina y evitar quemaduras. Y si cocinas en el horno, mucho cuidado con la puerta, para evitar que los peques se quemen.

Fogones, horno y otros electrodomésticos

Para prevenir accidentes domésticos graves es necesario evitar que los niños toquen ciertas cosas. Como los mandos de la cocina o del horno, para lo cual tendrás que utilizar protectores especiales. Y no te olvides de desenchufar y guardar los pequeños electrodomésticos cuando no los estés utilizando. Son un reclamo irresistible para los niños.

CUARTO DE BAÑO

Nunca solos

El baño es terreno abonado para los accidentes, que pueden ser de mayor o menor gravedad. Para evitar los más peligrosos, como el ahogamiento y la electrocución, no hay otra medida que la de no dejar nunca a un niño pequeño solo en el cuarto de baño. Un bebé en una bañera necesita realmente poca cantidad de agua para ahogarse, por lo que la supervisión constante es necesaria. Además, debes ser muy precavido y no dejar nunca el secador de pelo, o cualquier otro electrodoméstico, enchufado y a su alcance.

Caídas y golpes

Son muy comunes en el baño, a causa del agua, de la humedad y de la propia naturaleza intrépida de los niños. Para evitar que se caigan puedes colocar una alfombrilla de goma en el interior (y otra antideslizante fuera si lo ves necesario). Existen protectores para los grifos que evitan que los niños se hagan daño si se caen y se golpean con ellos.

Ojo con la temperatura

Las quemaduras con agua caliente son uno de los accidentes más frecuentes en la infancia, sobre todo en niños menores de 2 años, según la Asociación Española de Pediatría. De ahí la importancia que tiene comprobar antes del baño que el agua de la bañera no está demasiado caliente. Y, si es posible, conviene instalar un grifo con termostato para evitar quemaduras.

Además, no te olvides de mantener lejos de las manos infantiles los productos de higiene y los cosméticos, así como otros objetos cortantes o punzantes (cuchillas, tijeras, etc.). Seguir estas recomendaciones puede ahorrarte más de un susto, cuando no un problema serio.

DORMITORIO

Si hay un lugar en la casa libre de riesgos para los niños, ese es la habitación infantil. Pensando en ellos y en su seguridad los padres no dudamos en tomar las medidas adecuadas. Sin embargo, no está de más recordar algunas cosas importantes.

Cuna y ropa de cama

En el caso de los bebés, recuerda que han de dormir en una cuna homologada que cumpla la normativa legal vigente en materia de seguridad (la norma europea EN 716-1:2008, según la Guía de Seguridad de Productos Infantiles, del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad).  El colchón ha de ser firme y con la ropa de cama adecuada a la edad del niño (los edredones y almohadas no son recomendables para los bebés). Retira los protectores de la cuna en cuanto el niño sea capaz de ponerse de pie, ya que podría trepar por ellos y caerse. Cuando el bebé crezca y comience a dormir en una cama, conviene que le pongas una barrera de seguridad para evitar caídas, en especial si la cama es alta.

Aleja el peligro de caídas y axfisia

Nunca coloques la cuna cerca de la ventana, para evitar cualquier intención del niño de asomarse. Evitar el acceso a la misma y bloquear su apertura es fundamental, así como recoger las cuerdas de cortinas o estores para que no pueda alcanzarlas.

ZONA DE JUEGOS

Protege el espacio

El primer paso es garantizar que el lugar donde juegan los niños está libre de peligros. No debe haber enchufes desprotegidos, muebles que pueden volcarse ni esquinas peligrosas. Utiliza todos los elementos de seguridad necesarios: protectores, alfombrillas antideslizantes, etc.

Vigila los juguetes

Es algo que parece obvio, pero que a veces se pasa por alto. En ocasiones, cuando niños de distintas edades juegan juntos, no caemos en la cuenta de que las cosas que usan los mayores pueden ser un peligro para los más pequeños por contener piezas pequeñas que pueden causar atragantamientos.

JARDÍN

Evitar las caídas y golpes

Si tienes la suerte de contar con un jardín o un patio en casa, los niños tendrán un entorno fantástico para jugar al aire libre. Y tú un espacio más para vigilar la seguridad... Puedes empezar por tratar de evitar posibles caídas retirando los elementos a los que los niños puedan subirse peligrosamente. Utiliza vallas para acotar posibles lugares de riesgo y vigila las zonas en las que el suelo pueda ser resbaladizo, como alrededor de la piscina, por ejemplo.  

Plantas y jardines

Procura no tener ninguna planta que pueda ser peligrosa para los niños. Hay especies tóxicas que no debemos cultivar y otras que pueden provocar asfixia (por tener frutos pequeños). Guarda a buen recaudo los productos de jardinería (fertilizantes, insecticidas, etc.).

La piscina

¿Sabías que en España los ahogamientos suponen el 13 % de la mortalidad de los niños entre 0 y 14 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)? Es la segunda causa de muerte accidental por detrás de los accidentes de tráfico (datos publicados en la Guía para Padres sobre la Prevención de Lesiones no Intencionadas en la Edad Infantil). Por eso, si tienes una piscina de obra, aunque sea pequeña, debes vigilar muchísimo la seguridad. Recuerda que ha de estar vallada (con una valla homologada) y cerrada a los niños. Si quieres extremar aún más la prevención, puedes ponerles a los niños más pequeños una alarma de piscina. Es una pulsera especial que emite una alerta sonora y luminosa cuando el niño entra en contacto con el agua. Por otro lado, si tienes en tu jardín una piscina hinchable no te olvides de vaciarla siempre después de usarla.

Seguir estos consejos al pie de la letra, sin despistes ni olvidos, será la mejor manera de garantizar la seguridad de los niños en el hogar. Lejos de ser un territorio hostil, la casa ha de ser su refugio y el de toda la familia.