¿Cuánto cuesta instalar riego automático?
Un sistema de riego automático es un conjunto de dispositivos conectados a un programador que controlan el riego de un jardín, de plantas en macetas o jardineras o de un huerto. Estos sistemas pueden ser de distintos tipos, pero todos ellos sirven para aportar agua a las plantas de forma controlada y evitan tener que estar pendiente del riego. Son una buena opción para viviendas de segundo uso, jardines a partir de ciertas dimensiones y para aquellos propietarios que no puedan o no deseen dedicar parte de su tiempo al riego.
El precio medio de instalar un sistema de riego automático por difusores en un jardín de 25 metros cuadrados, con programador WiFi y dos sensores de humedad es de 270 €.
Ventajas e inconvenientes
Una instalación de riego automático supone muchas ventajas para el propietario de un jardín. Por otra parte, esta opción también tiene algunos inconvenientes. Los más reseñables son:
Ventajas | Inconvenientes |
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Reduce el tiempo de cuidado del jardín Evita que las plantas se sequen Evita encharcamientos y pérdida de nutrientes Ahorran agua Los sistemas se adaptan al tipo de jardín o de terreno Se pueden añadir fertilizantes al agua de riego | Supone una inversión En riego por goteo, los goteros se pueden taponar Una vez instalado el riego, hay que tener cuidado al labrar el terreno Necesita instalación profesional |
Partes de un sistema de riego
Gran parte de los componentes de un sistema de riego automático son comunes a todos los sistemas. Normalmente lo único que varía es la forma de aportar agua al terreno, es decir, el tipo de emisores que lleva el sistema. Existen también sistemas de riego que combinan los distintos tipos. Los componentes básicos de un sistema de este tipo son:
- Programador de riego. Es el dispositivo principal del sistema, algo así como el “cerebro” que controla toda la operación. Se conecta a la toma de agua, normalmente un grifo de jardín, y funciona con electricidad. Normalmente llevan baterías o están conectados a la red, pero también los hay con alimentación mediante energía solar (desde 75 €). Para evitar inutilizar la toma para otros usos, es muy aconsejable colocar un distribuidor (unos 9 €) entre el caño y el programador. Los programadores pueden ser analógicos (desde 15 €) o digitales (desde 30 €). También pueden incluir sensor de humedad, que permite al dispositivo saber cuándo es necesario regar sin necesidad de programar el temporizador. Los programadores digitales pueden incluir tecnología WiFi (desde 50 €) que permite conectar el sistema al móvil para reprogramarlo o controlarlo.
- Filtro. Es imprescindible para evitar que la cal y las impurezas del agua lleguen a los emisores, goteros o tuberías enterradas, ya que los pueden taponar. Se pueden adquirir desde unos 10 €.
- Electroválvulas. Son los dispositivos que abren o cierran el paso del agua según lo que indique el programador. Si el sistema de riego está zonificado, es decir, dividido por necesidades de las plantas, debe contar con electroválvulas. También son recomendables cuando el jardín es grande y la presión del agua no es suficiente para llegar a todos los puntos. En un sistema de riego automático doméstico, basta con colocar unas 4 electroválvulas en una arqueta, siempre lo más cerca posible de la toma de agua y el programador. Su precio parte de unos 10 €.
- Tuberías. Las tuberías de un sistema de riego automático suelen ser de polietileno (PE). La que parte del programador es la principal del sistema y es algo más gruesa (32 mm), mientras que los tubos que finalizan en los goteros o las tuberías enterradas suelen tener un diámetro de 25 mm.
- Piezas de conexión. Sirven para conectar las tuberías entre sí, para hacer derivaciones, etc. Podemos encontrar codos, Ts, enlaces, derivaciones, tapones, etc.
- Reductor de presión. Se emplea solo en sistemas de riego automático por goteo, en los que es preciso reducir la presión del agua para permitir un goteo lento y constante. Si el sistema de riego lleva electroválvulas, hay que instalar un reductor después de cada una de ellas. Los hay desde unos 15 €.
- Emisores. Pueden ser goteros, tuberías microperforadas, aspersores, difusores o microaspersores. Son los encargados de dejar salir el agua.
Tipos de sistema de riego automáticos
Dentro de los sistemas de riego automáticos, podemos establecer tres tipos según la forma de aportar el agua del propio sistema, es decir, sus emisores. Los tipos más habituales son:
- Por aspersión. El riego automático por aspersión es el que emplea aspersores o difusores para aportar agua a las plantas. En estos sistemas es importante planificar bien la ubicación de los emisores para que el riego no se solape. Para que el uso del agua sea eficiente, el riego debe cubrir el área en por lo menos un 80%. El precio de instalar un sistema de estas características ronda los 5 € el metro cuadrado en materiales, y los 15 € por hora en mano de obra.
- Por microaspersión. Es un tipo de riego por aspersión con menor alcance. Los microaspersores lanzan el agua a menor distancia que los aspersores o los difusores, por lo que son adecuados para jardines pequeños, huertos urbanos de jardín e invernaderos. Su precio es algo menor que el del riego por aspersión y ronda los 3 € el metro cuadrado (el material). Estos sistemas no suelen necesitar instalación profesional.
- Por goteo. En estos sistemas de riego automático, el programador se conecta a unas tuberías en cuyo extremo van conectados unos emisores llamados goteros. Se recomienda para todo tipo de jardines, pero sobre todo es práctico para diseños con jardineras, contenedores y/o especies distintas muy dispersas. El precio de los sistemas de riego por goteo ronda los 3-4 € el metro cuadrado, sin incluir la instalación.
- Por tuberías enterradas. Este sistema, también conocido como riego subterráneo, forma redes de tuberías situadas bajo el suelo y a una profundidad de entre 5 y 50 cm, dependiendo del tipo de plantas y de terreno. Las tuberías enterradas son de tipo microporoso o exudante. Su precio es similar al del riego por goteo.
Tipo de sistema de riego | Ventajas | Inconvenientes |
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Por aspersión | Menos consumo de agua que el riego por inundación Menos presión sobre las raíces Los emisores no se suelen taponar No requiere reductor de presión Las heladas afectan menos al terreno | Consume más que el riego por goteo Necesita una planificación muy cuidada Como las plantas se mojan, pueden verse afectadas por hongos Puede generar encharcamientos Menos económico |
Por microaspersión | Se adapta a muchas plantas y tipos de jardín o huertos Adecuado para el riego del huerto urbano Ahorra más agua que el riego por aspersión Más uniforme que el goteo Menos posibilidad de obstrucción que en goteo Aumenta la humedad ambiental y baja la temperatura | Son menos económicos que los goteros o las tuberías enterradas Más riesgo de roturas o averías por accidentes Cuando no se usa durante un tiempo, las boquillas se pueden taponar Requiere una planificación cuidadosa |
Por goteo | Alto ahorro de agua Humedad constante en el terreno No produce encharcamientos | Los goteros tienden a atascarse con la cal o las impurezas |
Por tuberías enterradas | El sistema que más agua ahorra Previene la aparición de plantas no procedentes Mayor ahorro de agua Eliminación de las malas hierbas Invisible y más estético | El más proclive a atascarse: los microporos se atoran con la cal Puede encharcar y pudrir las raíces |
Emisores para riego por aspersión
Los sistemas de riego automático por aspersión pueden llevar dos tipos de emisores: aspersores y difusores. Nunca se deben combinar dos tipos en un solo sistema, porque se consumiría más agua de la necesaria. Sus características son:
- Aspersores. Los aspersores emiten agua mediante un movimiento giratorio generado por la propia presión del agua. Se suelen usar en zonas de césped y pueden ser circulares u oscilantes. Difunden el agua en un radio de 6 m en adelante, pudiendo ser móviles (conectados a una manguera) o emergentes (surgen cuando están en funcionamiento). Dependiendo de su funcionamiento, pueden ser:
- Circulares. Son los más habituales. Proyectan el agua creando un arco de riego circular y se instalan en el centro de la zona a regar. Permiten regular el ángulo de riego, la zona y el alcance.
- Oscilantes o sectoriales. Menos habituales, son indicados para zonas cuadradas o rectangulares. Emiten agua de forma localizada, siempre hacia los laterales. Es posible ajustar el ángulo de proyección del chorro, pero no el alcance: para determinarlo hay que elegir el tamaño y modelo del aspersor adecuado para las dimensiones de la zona a regar.
- Difusores. Los difusores son emisores fijos que emiten agua en abanico sin moverse. Son más simples en su funcionamiento que los aspersores y son siempre emergentes. A la hora de escogerlos, hay que tener en cuenta los siguientes factores: la tobera, la altura y el alcance. La tobera es el punto por el que sale el agua, y determina el alcance del chorro y la forma del abanico. Pueden ser de ángulo fijo, ajustables, de franja y rotativas. La altura indica la elevación en centímetros del difusor sobre el terreno. El alcance nos indica el tamaño de la zona que cubre el riego del difusor. Es importante para saber el número de difusores que necesitamos para el jardín.
Tanto los aspersores como los difusores tienen distintas ventajas e inconvenientes. A la hora de escoger los más interesantes para una instalación de riego automático, conviene tenerlos en cuenta:
Emisores | Ventajas | Inconvenientes |
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Aspersores | Consumen menos agua Sistema más económico Le afecta menos el viento | No se adaptan bien a zonas estrechas Necesitan una presión de agua mínima Son más caros de reparar y cambiar |
Difusores | Se adaptan a cualquier tamaño y forma de jardín Funcionan con presión de agua baja Mas económicos de reparar y cambiar | Los sistemas completos son más costosos Consumen más agua |
Precio
El precio de la instalación de un sistema de riego automático incluye el diseño y la planificación del sistema, los elementos que lo componen y su instalación y puesta en marcha.
- Instalar un sistema de riego automático por aspersores en un jardín de 25 metros cuadrados con programador analógico sale por unos 160 € en adelante. Si es por difusores, el coste subirá a unos 200 €. Si lleva además dos sensores de humedad, habrá que sumar unos 40 € más. Y con programador digital WiFi, el precio puede aumentar en otros 30 € o más dependiendo del programador.
- Instalar un sistema de riego por goteo básico en un jardín de 25 m2 tiene un precio de unos 70 €. Con sensores de humedad y programador WiFi, el precio sube a unos 130 €.
- Instalar un sistema de riego enterrado para un jardín de 25 m2 sale por unos 400 €.
La instalación de riego automático en un jardín es un trabajo que realizan los jardineros.
Mantenimiento
Los sistemas de riego automático requieren un mantenimiento constante que garantice su buen funcionamiento. En algunos casos se trata de acciones que puede realizar el propietario del jardín, pero en ocasiones hace falta recurrir a profesionales. Cuando se contrata un servicio de mantenimiento de jardines, la revisión y reparación del sistema de riego automático suele ir incluida en el precio. Dependiendo del tipo de sistema de riego, los trabajos de mantenimiento más importantes son:
- Revisar y garantizar el flujo del agua. Es importante limpiar el sistema de forma periódica con productos especiales que eliminen la cal, los restos de fertilizantes y los residuos acumulados. Este suele ser un trabajo destinado a profesionales.
- Revisar electroválulas y reductores de presión. Tienden a acumular cal que hay que eliminar.
- Limpiar los filtros. La frecuencia de la limpieza suele venir indicada en las instrucciones del propio filtro. Si son de malla se pueden limpiar directamente con cepillos suaves, pero si son de anilla habrá que desmontarlos para limpiarlos a fondo.
- Lavado del sistema con agua a presión.
- Revisar los emisores. Los difusores, los aspersores y los goteros se deben revisar de forma periódica para asegurarse de que la arena, la tierra o la cal no han creado obstrucciones.
¿Qué más hay que tener en cuenta?
- Permisos. No es necesario solicitar permiso al Ayuntamiento o la comunidad de vecinos para instalar un sistema de riego automático.